martes, 29 de enero de 2013

Banal

Seguro que muchos os habéis despertado en un día de esos que no sabéis ciertamente lo que hacer.
Si reír o llorar.

Un día donde todo parece surrealista. Hasta el nombre propio.


Donde te tildan de sarcástica.

Pero como no ser sarcástica cuando en tu ciudad muere congelado un hombre a los pies de una iglesia y el mayor problema de los que te rodean es que ropa ponerse mañana o que parte del temario estudiar para un examen.

La gente piensa que soy indiferente. Que todo me importa una mierda.

Lo cierto es que si lo soy.

Lo que es un gran problema para la mayoría para mi solo es mierda banal y estúpida.

Así que felicidades.


Habéis dado en el jodido clavo.








viernes, 11 de enero de 2013

De como se desmorono la casa Usher.





He tenido muchos profesores a lo largo de mi vida.
Los que en primaria te animaban a hacer collages raros creyendo que eras un artista y los que te hacían cruzar el umbral de la escuela con una mueca de desprecio y resentimiento a la espera de no cometer el terrible fallo de equivocarte en clase.
En la ESO también pude conocer a otros especímenes muy diversos, desde los literatos que contaban a un publico indiferente batallitas de la juventud y se cebaban mirando los escotes de las alumnas hasta los que te cateaban solo por poner tu nombre y te alentaban con frases cortantes animandote  a abandonar tu derecho a una educación justa y necesaria.
Y también estaban los que llegaban con un pánico absorvente a clase como si fueran ellos los que se iban a examinar de alguna doctrina sumamente difícil. Esos y no otros justamente eran los que se convertían en el foco de la risa de clase.
Siempre he pensado que para ser maestro se necesita tener unas cualidades que no todo el mundo posee.
Que en la infancia y la adolescencia un buen o un mal mentor junto con una educación paterna y materna pueden marcar un precedente.
En una época donde algunos no conocen todavía apenas el placer por la lectura lo único a lo que se puede recurrir es a la realidad. No hay escapatoria ni tampoco manera de escabullirse y la realidad lo representa todo en la educación.

No supe valorar la labor de un buen profesor hasta la llegada de un sustituto que se encargo de enseñarnos en sus clases lo que era el buen cine.
Entre bostezos mañaneros, profundas caras de resignación y risas por las escenas de sexo nos mostró joyas como : American history x, diamante de sangre, hotel ruanna, Philadelphia.
Poco a poco nos fue mostrando un cine totalmente ajeno al que conocíamos.
Un cine social, un cine que marcaba sus pautas, que nos llamaba la atención para recurrir en su trama, que nos preguntaba por primera vez nuestra opinión.

Ayer vi una película que me recordó todos esos años de colegio y de instituto.
Una película sobre profesores llamada : detachment , en la que Adrien Brody encarna a un profesor que se sale de lo normal.
Se que el tema del típico profesor que llega por un tiempo y salva a sus alumnos convirtiendo al peor curso en el mejor esta muy trillado.
Pero en este caso no es así.
Detachment es una película ante todo realista, que presenta situaciones llenas de tragedia y a la vez de esperanza.
Es una película que no tiene miedo de decirnos la verdad en la cara.
De mostrarnos que todos los ídolos de la infancia en realidad están hechos de algo tan frágil como la carne. Que no son héroes ni villanos ni tampoco buenos o malos, simplemente son personas de carne y hueso.
Como tu o como yo. Con miserias y alegrías propias y particulares. Llevándose en ocasiones los problemas externos al trabajo.


En un momento dado Adrien Brody dijo algo así como que no todo el mundo esta capacitado para poder tener hijos. Que la gente debería hacer algun tipo de test antes de proponerselo.
Opino que la labor de un profesor es la misma.
Se necesita tener un tipo de personalidad concreto para poder ejercer una labor tan compleja como orientar al que no tiene camino.

Y es que los ahi que no quieren involucarse, que transmiten su cinismo y su profundo asco por la vida con los que menos lo necesitan.

Y aunque sean ambos los que recordemos con el paso del tiempo, Detachment me ha parecido una película fresca, brillante y sumamente inteligente.


Porque nos demuestra que al final no son los recuerdos los que vencen sino el propio aprendizaje.







En nuestra vida solo cobran color las personas que nos transmiten valores. Personas que nos hacen creer en lo que no vemos, soñar con lo que no poseemos.





Los que hablan aunque sepan que nadie los escucha y se desmoronan con los muebles en mitad de la casa usher.




No tardéis mas y si no tenéis nada mas interesante que hacer un día de domingo, no dudéis en ver esta magnifica película.





Como bien sabréis los pocos que me hayáis llegado a intuir con mis post, no recomiendo nada en vano.

miércoles, 9 de enero de 2013

La lluvia caía violenta y golpeaba los cristales






Se habían citado en aquel café con una antelación de apenas un par de días.
A el le sorprendió que ella quisiera verlo debido a la relación tan escasa que tenían  no mas que unos breves comentarios sobre cosas banales y un par de sonrisas inciertas.

Jugaron un rato a mirarse sin verse porque ver al otro de veras siempre había sido una asignatura pendiente para ambos.

Sonrió llenando sus hoyuelos de atractivo y entonces percibió en el una mezcla inconfundible de cinismo y crueldad que le parecieron irresistibles.

Las manos de aquel hombre eran violentas , rudas y  totalmente faltas de delicadeza.
Estaban curtidas por el desamparo de la falta de caricias y solo sabían confrontar con otras.
Lo supo por la forma en la que sujetaba el cigarrillo y se alisaba el pelo.Por la forma en la que movía con desprecio los dedos para llamar a la camarera.

Lo hacia todo con un infinito desprecio incluso hablar le parecía algo cargado de violencia.
Escupía las palabras. Las vomitaba sobre la mesa como si siempre le hubieran parecido la cosa mas repugnante del mundo. Como si las palabras en efecto fueran la mejor y mas preciada forma de herir.
Pero heria de una manera diferente al resto de las personas. De una manera honesta y franca, casi sincera.
No heria como suelen herir los amantes normales que juegan con las palabras como niños solo por el placer de atreverse a ponerlas en su boca aun con el riesgo de cicatrizar la piel con la saliva.

Heria con la intensidad de teñir el vocabulario de aquel realismo grisáceo del que al final se acababan tiñendo las camas, las puertas, las fotos y las agendas.


Tal vez por eso decidió pasar la noche con el.

Aquella falta de ternura, de calidez, de preocupación e interés por el bienestar del otro.
Aquel cinismo déspota que había erigido una torre en el placer destruyendo al sentimiento.

Enconntró en sus embestidas el beso mas dulce, la mas tierna caricia  y el discurso mas emotivo.

Aquellas manos que arañaban con las caricias y que no sabían atravesar la piel le parecieron la forma de herir mas inocente.


Porque en el fondo siempre le habían enseñado que amar era eso.


Herir al otro de manera violenta. Dejar huella sin necesidad de enmarcar un recuerdo memorable.
Atravesar la piel,la carne , el alma con furia, pasión y deshinibicion.

Y allí entre sus brazos que nunca habían servido para abrazar el futuro, encontró el mejor presente.





El placer siempre le pareció la mejor guarida para esconder sus miedos.

Porque al fin y al cabo era el placer propio y personal lo que hacia cada mañana levantarse a sus semejantes.








miércoles, 2 de enero de 2013

¿Que te queda en la nevera?





-Un poco de demagogia.La guardo hace años esperando que alguien la encuentre de su gusto pero nunca me atrevo a sacarla.
-¿Y eso con que sentido?
-¿Que sentido tiene hacer sufrir a otros con tu sufrimiento?. La tristeza solo inspira sentimientos como la misericordia, la piedad o la simple lastima. Cuando esos sentimientos surgen , las virtudes y los defectos quedan totalmente anulados. Uno deja de existir.
-Eres demasiado orgullosa.
-No ,no es eso, es que quiero que cuando me amen lo hagan de veras.