miércoles, 30 de noviembre de 2011

Me encantan los opuestos,las contradicciobes.Realmente si las intentas colocar al lado unas de las otras se nos muestran tan diferentes que parecen todas iguales.
Por primera vez me planteo algo tan opuesto y a la vez tan similar como la maldad y la bondad.
Miro mi brazo.Extension de carne,venas y huesos.
Miro el surco azul de mis venas perfectamente trazado.Miro mi mano y la alargo para darme cuenta de que esa mano podia estar perfectamente llena de odio o dolor.
O simplemente podia estar llena de amor.Creo que en todo amor hay odio y que en todo odio hubo algo de amor.Lo creo de veras.Y es en esa contradiccion donde nace su similitud.Bien pensado deberian darme miedo las manos.Deberia soñar con manos llenas de dedos acariciandome y arañandome la piel y luego depositando tiritas en las heridas para mas tarde arrancarmelas y meterme el dedo en la llaga.
Manos que cierran los ojos el ultimo dia o que ciegan la vision para luego destaparla cuando mas duele.Manos perfectas,perfectas manos.
Tan perfectas y tan vulgares
Tan vulgares como la ceniza de un cigarro que se acumula en las uñas creando suciedad.Tan perfectas como montones de cremas y adornos en las uñas que luego se derritan al sol.
Tan vulgares como un enredo de mentiras o un matojo de verdades.
Manos lustrosas y bien cuidadas y manos hostigadas por el paso del tiempo que dejan entrever el trabajo,el esfuerzo,los sueños que nunca fueron...
Manos frias con caricias distantes o manos calientes ebrias de pasion.
Manos que posan las llemas de sus dedos en el cuello para acariciarlo y alabar su delicadeza o manos que lo aprisionan y le roban el oxigeno a los pulmones para respirar mejor.Miles y miles de manos
Y como puedes pedirme que entre todas esas miles me aferre a la tuya y enlaze mis dedos con tus perfectos pero vulgares dedos.

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